El significado de resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo, ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.
¿Cómo ser más resilientes?
Actualmente las investigaciones nos han enseñado que mientras algunas personas parecen ser resilientes de manera natural e innata, los comportamientos resilientes pueden ser igualmente aprendidos. Diversos investigadores definen la resiliencia como la suma de factores individuales, familiares y sociales. Podríamos decir que se trata de un proceso en el que el individuo entra en una dinámica de interacciones con los demás, consigo mismo y con el entorno de manera que es capaz de superar las adversidades.
Así pues se puede entrenar la resiliencia llevando a cabo diversas pautas que nos ayudarán a serlomás, aquí te dejamos algunas de ellas.
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