La perseverancia, la voluntad y el pensamiento positivo son pilares importantes para lograr cualquier meta en la vida.
domingo, 15 de abril de 2018
¿Cómo hacernos con una voluntad de hierro?
Lo ideal sería que nunca la tuviéramos que usar y nadáramos por ríos
siempre a favor de corriente. En ningún caso es una buena idea seguir el
empeño que alguna personas parecen atesorar: el de llenar sus agendas
de actividades y compromisos que ponen a prueba su voluntad. Quizás,
conseguir retos difíciles para la voluntad nos genere una gran
satisfacción, pero también un gran desgaste.
Así, quizás el primer camino para hacernos con una voluntad de hierro es no abusar de ella. No estar todo el día o todos los días cargando peso, sino intentar que la mayor parte de nuestras actividades vayan a favor de la gravedad. Eso también es inteligencia.
Pues bien, esta inercia en las personas tiene que ver con la costumbre. Por ejemplo, una que tenemos todos, la de levantarnos. Si adoptamos una hora constante para abandonar nuestro refugio entre las sábanas, al final la voluntad que tendremos que hacer para levantarnos será menor. De alguna manera se trata de domar o de adaptar nuestra conducta, con una disciplina, para que el resultado final vaya dependiendo cada vez menos de la voluntad y más de una inercia que perpetúa un movimiento a nuestro favor.
Sí, inmediatamente, porque el coste de no poder sacarlos en dos días, en tres o en cuatro es percibido por el usuario como mucho menor que el coste de ir a al biblioteca y no poder sacar otros libros inmediatamente. Así, hay usuarios que pasado el día de devolución desplazan la tarea de realizar dicha devolución a cuando la biblioteca les pille de camino a algún otro sitio, en vez de acudir específicamente.
En el caso de mi amigo, es la falta de autoeficacia percibida la que ha subido el listón para su voluntad. La anticipación de tener que levantarse pronto, desplazarse hasta el lugar de entrenamiento, calentar, empezar, tener que suspender el entrenamiento y volver para casa con esa sensación ha sido lo que ha subido la exigencia para su voluntad.
Así, quizás el primer camino para hacernos con una voluntad de hierro es no abusar de ella. No estar todo el día o todos los días cargando peso, sino intentar que la mayor parte de nuestras actividades vayan a favor de la gravedad. Eso también es inteligencia.
La voluntad y la costumbre
Además, la voluntad se vuelve menos necesaria cuando creamos una inercia. Por inercia se entiende en física al movimiento que tiene un objeto cuando la resultante de fuerzas sobre él es cero. Imaginemos una canica que rueda por una superficie sin rozamiento: en esta superficie no se pararía nunca o nos costaría más detenerla.Pues bien, esta inercia en las personas tiene que ver con la costumbre. Por ejemplo, una que tenemos todos, la de levantarnos. Si adoptamos una hora constante para abandonar nuestro refugio entre las sábanas, al final la voluntad que tendremos que hacer para levantarnos será menor. De alguna manera se trata de domar o de adaptar nuestra conducta, con una disciplina, para que el resultado final vaya dependiendo cada vez menos de la voluntad y más de una inercia que perpetúa un movimiento a nuestro favor.
La motivación, el alma de la voluntad
Por otro lado, si hay una ayuda que agradece la voluntad es la de la motivación. Esto, por ejemplo, lo entienden muy mal en las bibliotecas. Lo más habitual es que si te retrasas en el préstamo tengas que guardar ciertos días de sanción. Es decir, si te has retrasado, el día que vayas a devolver los libros no podrás volver a sacar otros. Esta sanción, una vez que ha caducado el préstamo, actúa en contra de que el usuario vaya lo antes posible a la biblioteca ya que elimina su principal motivación para acudir, la de sacar libros inmediatamente.Sí, inmediatamente, porque el coste de no poder sacarlos en dos días, en tres o en cuatro es percibido por el usuario como mucho menor que el coste de ir a al biblioteca y no poder sacar otros libros inmediatamente. Así, hay usuarios que pasado el día de devolución desplazan la tarea de realizar dicha devolución a cuando la biblioteca les pille de camino a algún otro sitio, en vez de acudir específicamente.
Voluntad, autoeficacia y definición de objetivos
La fuerza que tengamos que hacer con nuestra voluntad también va a depender de cómo definamos nuestros objetivos.
Objetivos precisos, divisibles, evaluables, bien delimitados, sobre los
que tengamos casi todo el control y estables van a ser una ayuda para
nuestra voluntad. En este sentido, la incertidumbre será uno de los
factores que más puede forzar nuestra voluntad, ya que elimina parte de
la superficie en la que esta se apoya.
La voluntad también es sensible a la autoeficacia.
La autoeficacia tiene que ver con la sensación o la intuición de que
vamos a ser eficaces realizando una tarea. Por ejemplo, tengo un amigo
que es atleta y me contaba hace poco que lleva una época en la que no
hace más que encadenar lesiones y en los últimos dos meses ha tenido que
cancelar varios entrenamientos por estas circunstancias.
Me contaba que antes hacer los entrenamientos más fuertes le costaba, pero que ahora mentalmente le cuestan mucho más. Piensa que no va a ser capaz de terminarlos y en última instancia ya ha cancelado algunos antes de empezarlos.En el caso de mi amigo, es la falta de autoeficacia percibida la que ha subido el listón para su voluntad. La anticipación de tener que levantarse pronto, desplazarse hasta el lugar de entrenamiento, calentar, empezar, tener que suspender el entrenamiento y volver para casa con esa sensación ha sido lo que ha subido la exigencia para su voluntad.
sábado, 14 de abril de 2018
¿Qué es Perseverancia?
Se conoce como perseverancia a la duración permanente o continua de una cosa o la firmeza y constancia en una acción.
El término perseverancia proviene del latín perseverantia.
La perseverancia es sinónimo de constancia, persistencia, firmeza, dedicación y tesón. En este sentido, se aplica tanto en las ideas, como en las actitudes, en la realización de algo, en la ejecución de propósitos o en las resoluciones del ánimo.
El
término perseverancia puede ser empleado en cualquier circunstancia de
la vida. Para ser perseverante se debe tener un objetivo claro o una
meta que justifique el esfuerzo o dedicación en un período de tiempo
generalmente extenso. Es por ello que se dice que la perseverancia es la
clave del éxito en muchas situaciones, a pesar de que lo importante es
saber cuándo perseverar y cuándo no.
El término perseverancia proviene del latín perseverantia.
La perseverancia es sinónimo de constancia, persistencia, firmeza, dedicación y tesón. En este sentido, se aplica tanto en las ideas, como en las actitudes, en la realización de algo, en la ejecución de propósitos o en las resoluciones del ánimo.
¿Qué es la fuerza de voluntad?
¿Cuál es la fuerza de voluntad?
La fuerza de voluntad
es el impulso interno que nos lleva a vencer los obstáculos y a lograr
nuestras metas. No es algo con lo que nacemos o dejamos de nacer.
Podemos desarrollar y reforzarla nuestra fuerza de voluntad si entendemos en qué consiste y por qué no la hemos fortalecido.
15 frases sobre la Perseverancia
“El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura” (Miguel de Unamuno)
“Siempre he creido que no importa cuantos disparos falle... Acertaré en el siguiente” (Jonathan Swift)
“Si el hombre fuera constante, sería perfecto” (William Shakespeare)
“Con todas las fuerzas en contra, perseverar. Jamás doblegarse. Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses” (Johann Wolfgang Von Goethe)
“Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante y termina con la prueba del conquistador" (Paulo Coelho)
“Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra” (George Bernard Shaw)
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa” (Mahatma Gandhi)
“La marca esencial que distingue a un hombre digno de llamarse así, es la perseverancia en las situaciones adversas y dificiles” (Beethoven)
“Es intentando lo imposible como se realiza lo posible” (Henry Barbusse)
“Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar” (Nelson Mandela)
“Se quiere más lo que se ha conquistado con más fatiga” (Aristóteles)
“Un camino de mil millas comienza con un paso” (Benjamin Franklin)
“La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia” (Victor Hugo)
“A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno” (Napoleón Bonaparte)
“Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor” (Samuel Beckett)
“Siempre he creido que no importa cuantos disparos falle... Acertaré en el siguiente” (Jonathan Swift)
“Si el hombre fuera constante, sería perfecto” (William Shakespeare)
“Con todas las fuerzas en contra, perseverar. Jamás doblegarse. Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses” (Johann Wolfgang Von Goethe)
“Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante y termina con la prueba del conquistador" (Paulo Coelho)
“Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra” (George Bernard Shaw)
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa” (Mahatma Gandhi)
“La marca esencial que distingue a un hombre digno de llamarse así, es la perseverancia en las situaciones adversas y dificiles” (Beethoven)
“Es intentando lo imposible como se realiza lo posible” (Henry Barbusse)
“Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar” (Nelson Mandela)
“Se quiere más lo que se ha conquistado con más fatiga” (Aristóteles)
“Un camino de mil millas comienza con un paso” (Benjamin Franklin)
“La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia” (Victor Hugo)
“A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno” (Napoleón Bonaparte)
“Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor” (Samuel Beckett)
Ser optimista, tener voluntad y perseverancia
Sé optimista, ve la vida con voluntad y perseverancia
Voluntad, optimismo y perseverancia
He aquí las patas de un trípode para asentar la vida: la voluntad, el optimismo y la perseverancia.
El optimismo nos impulsa y ayuda a realizarnos, a ser felices, colabora para una buena salud y en muchos casos para el éxito, o sea, para triunfar en nuestro caminar. El optimismo es un antídoto contra todas las enfermedades mentales.
El optimismo se da la mano con la perseverancia, porque "el desánimo no es más que la excusa de los haraganes" (Carlos Dullín). En este tema debemos ubicar a la voluntad que nos dice: "Para realizar grandes planes son necesarias tres cosas: una cabeza de hielo, un corazón de fuego y una mano de hierro".
El optimismo es un estado de ánimo que nos mueve a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Si a esta situación le agregamos la perseverancia -que tiene como base la constancia en la realización de nuestros sueños y proyectos- todo estará encaminado al éxito.
Si sumamos la voluntad, que es la potencia espiritual para realizar o no determinada acción, tendremos el equilibrio deseado.
Pero hay que comenzar en uno mismo. Todos queremos arreglar el mundo que nos rodea, pero como escribió Bossuet, "entre los hombres es un gran defecto querer arreglarlo todo sin tener la valentía de arreglarse a sí mismo".
A pesar de las dificultades se debe conservar la esperanza para intentar nuevos caminos que nos lleven al triunfo. Los optimistas no se cansan de buscar y buscar, de volver a iniciar tareas. Los pesimistas, en cambio, se quedan en la cuneta mientras se escucha un ronco murmullo: "no se puede..."
A veces nos sorprende descubrir una flor en un sitio insólito. A partir de ello podemos decir con Adela Kam: "Es preciso florecer allí, donde Dios Creador nos ha plantado”. Quien vive la vida con optimismo se sentirá feliz y hará felices a los que comparten el caminar de cada día.
Si nos dejamos guiar por la voluntad, aprovecharemos tantas inspiraciones luminosas. Por eso, hagamos trabajar nuestro cerebro, recordando que una idea realizable, una sola idea, puede darnos felicidad, medios para vivir con dignidad y ser santos, que son las personas que no le hacen trampas ni a Dios, ni a los hombres.
Respecto de la perseverancia, san Pablo tiene un mensaje extraordinario cuando en una carta le confía a su amigo Timoteo: "He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, siempre fiel a la fe. Sólo me resta recibir la corona de los santos que me dará el Señor aquel día" (2 Timoteo 4,7).
Si utilizamos correctamente el trípode: voluntad, optimismo y perseverancia, haremos camino al andar.
http://www.svdargentina.org.ar
Voluntad, optimismo y perseverancia
He aquí las patas de un trípode para asentar la vida: la voluntad, el optimismo y la perseverancia.
El optimismo nos impulsa y ayuda a realizarnos, a ser felices, colabora para una buena salud y en muchos casos para el éxito, o sea, para triunfar en nuestro caminar. El optimismo es un antídoto contra todas las enfermedades mentales.
El optimismo se da la mano con la perseverancia, porque "el desánimo no es más que la excusa de los haraganes" (Carlos Dullín). En este tema debemos ubicar a la voluntad que nos dice: "Para realizar grandes planes son necesarias tres cosas: una cabeza de hielo, un corazón de fuego y una mano de hierro".
El optimismo es un estado de ánimo que nos mueve a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Si a esta situación le agregamos la perseverancia -que tiene como base la constancia en la realización de nuestros sueños y proyectos- todo estará encaminado al éxito.
Si sumamos la voluntad, que es la potencia espiritual para realizar o no determinada acción, tendremos el equilibrio deseado.
Pero hay que comenzar en uno mismo. Todos queremos arreglar el mundo que nos rodea, pero como escribió Bossuet, "entre los hombres es un gran defecto querer arreglarlo todo sin tener la valentía de arreglarse a sí mismo".
A pesar de las dificultades se debe conservar la esperanza para intentar nuevos caminos que nos lleven al triunfo. Los optimistas no se cansan de buscar y buscar, de volver a iniciar tareas. Los pesimistas, en cambio, se quedan en la cuneta mientras se escucha un ronco murmullo: "no se puede..."
A veces nos sorprende descubrir una flor en un sitio insólito. A partir de ello podemos decir con Adela Kam: "Es preciso florecer allí, donde Dios Creador nos ha plantado”. Quien vive la vida con optimismo se sentirá feliz y hará felices a los que comparten el caminar de cada día.
Si nos dejamos guiar por la voluntad, aprovecharemos tantas inspiraciones luminosas. Por eso, hagamos trabajar nuestro cerebro, recordando que una idea realizable, una sola idea, puede darnos felicidad, medios para vivir con dignidad y ser santos, que son las personas que no le hacen trampas ni a Dios, ni a los hombres.
Respecto de la perseverancia, san Pablo tiene un mensaje extraordinario cuando en una carta le confía a su amigo Timoteo: "He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, siempre fiel a la fe. Sólo me resta recibir la corona de los santos que me dará el Señor aquel día" (2 Timoteo 4,7).
Si utilizamos correctamente el trípode: voluntad, optimismo y perseverancia, haremos camino al andar.
http://www.svdargentina.org.ar
La perseverancia es la voluntad en acción

Más de uno ha luchado bravamente; pero, falto de Persistencia, ha retrocedido precisamente cuando tan sólo faltaba un último esfuerzo, y ha caído derrotado, no por sus contrarios, ni por las circunstancias, SINO POR SÍ MISMOhttp://inteligencia-exitosa.blogspot.com/2009/08/la-perseverancia-es-la-voluntad-en.html
jueves, 12 de abril de 2018
La perseverancia y la voluntad
La vida desde que somos pequeños nos enseña,poco a poco,a conocer y dar uso diario a estas dos palabras: perseverancia y la voluntad, claro esto depende mucho de el ambiente donde nacimos y la crianza que nos dan nuestros padres, pero también nace con el ser humano, con su forma de ver la vida a medida que crece ,con sus metas y ambiciones...A partir de aquí quiero que gire mi blog,sobre la base de mi propia experiencia y la de otras personas. Muchas gracias.
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